El 25 de enero, cerca de la medianoche, en la residencia ¿Mary-Mar¿, de Rómulo Betancourt, se realizó la entrevista que Fidel Castro había acordado celebrar con el venezolano que veinte días más tarde asumiría el cargo de Presidente de la República de Venezuela. La entrevista se prolongó más de dos horas y no asistió ningún testigo a la conversación. Después de despedir a Castro en la puerta de la casa, dijo al grupo de amigos que lo esperaban en la sala de la casa: Marcos Falcón Briceño, Raúl Nass, Alejandro Oropeza Castillo, y Ramón J. Velásquez, como único comentario: ¿Hay un huracán en el Caribe¿. Y no agregó ningún comentario sobre lo hablado, y orientó la conversación hacia un primer juicio sobre la personalidad de Castro, a quien no conocía